La jornada comenzó con una dinámica lúdica que puso en juego la emoción y el contacto humano como claves del aprendizaje. A partir de allí, se abordaron diversos momentos de reflexión e intercambio, como el análisis de un video sobre la alfabetización en la unidad pedagógica y el trabajo en torno a los enfoques de enseñanza y aprendizaje. A través de actividades colaborativas, los participantes revisaron sus prácticas, identificaron componentes esenciales de la planificación y analizaron situaciones reales del aula, reconociendo distintos enfoques didácticos y cómo estos configuran el rol docente y el protagonismo del estudiante.

El cierre fue especialmente creativo: a partir de recursos extraídos al azar de una caja —como canciones, imágenes o cuentos—, cada docente diseñó una propuesta pedagógica para fomentar la alfabetización. Este ejercicio lúdico, pero profundamente reflexivo permitió poner en juego lo aprendido, visibilizar saberes, y fortalecer la conciencia pedagógica compartida. El Ateneo se consolidó, así como un espacio que no solo brinda herramientas, sino que habilita la reconstrucción del sentido de enseñar a leer y escribir desde una mirada situada, crítica y comprometida.